¿Te suenan conceptos de infección de orina, hongos o cándida vaginal? Estamos seguros de que sí, porque las infecciones vaginales son un problema de salud común que afecta a mujeres de todas las edades. Y si bien es cierto que muchas veces no representan un riesgo grave, sí pueden causar molestias que se hacen notar (y mucho).
Así que, tanto si tienes infecciones en la vulva de forma esporádica o más bien de forma habitual (y que no debería serlo), en este artículo te ayudamos a entender por qué ocurren y cómo identificarlas, entre otras muchas cosas. Porque cuidar la salud íntima también es una forma de autocuidado diario.
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¿Por qué dan infecciones vaginales recurrentes?
En primer lugar, las infecciones vaginales son alteraciones que padece nuestra flora íntima y que están causadas por microorganismos, como hongos, bacterias o parásitos. Estas infecciones pueden provocar síntomas muy molestos: desde picazón y mal olor genital, hasta molestias a la hora de orinar o de tener relaciones sexuales.
Sin embargo, aunque la mayoría de los casos se resuelven con tratamiento, algunas mujeres las padecen muy seguido. Por lo tanto, hablamos de infecciones vaginales recurrentes, y son aquellas que regresan de forma continua o aparecen al menos 3 o 4 veces en un año.
Identificar el tipo de infección y tratarla correctamente desde el inicio es clave para romper el ciclo.
Ahora bien, este tipo de recurrencias no siempre están ligadas a una sola causa ni tienen nada que ver con el tipo de vagina que tengas. Más bien pueden estar influenciadas por múltiples factores: desde una recuperación incompleta hasta desequilibrios hormonales o condiciones que alteran el pH vaginal.
Infecciones vaginales en el embarazo, ¿existe algún riesgo?
Durante la gestación, el cuerpo atraviesa cambios hormonales importantes que pueden alterar la flora vaginal y facilitar la aparición de infecciones. Aunque muchas no son graves, algunas infecciones, como la vaginosis bacteriana o la candidiasis, pueden aumentar el riesgo de parto prematuro si no se tratan. Por eso es clave acudir al ginecólogo ante cualquier síntoma y evitar la automedicación.
Infecciones vaginales: síntomas habituales
Los síntomas de las infecciones vaginales pueden variar según el tipo, pero en general los signos más comunes incluyen:
- Picazón o ardor vaginal.
- Secreción vaginal anormal o con mal olor.
- Enrojecimiento o inflamación en la zona íntima.
- Dolor al orinar o durante las relaciones sexuales.
Causas de las infecciones vaginales
Las causas más frecuentes de infección vaginal son:
- El desequilibrio del pH vaginal.
- La medicación prolongada con antibióticos.
- Los cambios hormonales.
- El uso de jabones agresivos.
- La ropa interior sintética y el uso de pantalones o mallas ajustadas.
- El sexo sin protección.
Además, factores como el estrés o una dieta poco saludable también pueden debilitar la flora natural y favorecer las infecciones.
5 tipos de infecciones vaginales comunes
Conocer los diferentes tipos de infecciones en la vagina es fundamental para identificar qué está ocurriendo y así actuar de forma adecuada. Veamos, pues, cuáles son las más habituales y cómo afectan a la salud íntima femenina.
Candidiasis vaginal
Causada por un hongo llamado Candida albicans, provoca picazón intensa, enrojecimiento y una secreción blanca y espesa similar al requesón. Suele estar relacionada con el uso de antibióticos o el debilitamiento del sistema inmune.
Vaginosis bacteriana
Ocurre por un desequilibrio en las bacterias de la vagina, que se refleja en el tipo de flujo vaginal. Concretamente, genera un flujo grisáceo con fuerte olor a pescado. Es una de las causas más comunes de mal olor vaginal.
Tricomoniasis
Es una infección de transmisión sexual provocada por un parásito. Se manifiesta con flujo amarillo-verdoso, ardor y molestias al orinar. Requiere tratamiento con antibióticos.
Herpes genital
Causado por el virus del herpes simple. Provoca llagas dolorosas en la zona íntima y síntomas como ardor o picazón. Aunque no tiene cura, se pueden controlar los brotes.
Vaginitis por atrofia
Suele afectar a mujeres en la menopausia. Ocurre por la disminución del estrógeno, generando sequedad, irritación y molestias durante el sexo.
¿Qué medicamento para las infecciones vaginales debes tomar?
El tratamiento para una infección vaginal depende directamente del tipo de microorganismo que la causa. Eso significa que no todas las infecciones se tratan igual, pues algunas requieren de antifúngicos, otras antibióticos y en ciertos casos se recurre a cremas vaginales de aplicación local.
Automedicarse sin conocer el origen exacto del problema puede empeorar los síntomas o generar resistencia. Por eso es tan importante acudir al ginecólogo/a, obtener un diagnóstico claro y seguir un tratamiento personalizado.
Dicho esto, te explicamos las opciones más comunes y cuándo se suelen recetar.
Pastillas para las infecciones vaginales
Dependiendo del diagnóstico, el médico puede recetar antifúngicos orales, como fluconazol para la candidiasis, o antibióticos, como metronidazol para la vaginosis o la tricomoniasis. Nunca tomes medicamentos sin una evaluación previa.
Cremas para infecciones vaginales
Las pomadas son útiles en casos leves y permiten una aplicación directa. Entre las más usadas están el clotrimazol o el miconazol. Estas cremas ayudan a aliviar síntomas y a eliminar el agente infeccioso.
Antibiótico para las infecciones vaginales
Algunas infecciones requieren tratamientos específicos con antibióticos. Es fundamental seguir la dosis completa para evitar recaídas o resistencias. Siempre consulta con tu ginecólogo antes de automedicarte.
Algunos remedios caseros para infecciones vaginales
Aunque los remedios naturales no sustituyen un tratamiento médico, algunos pueden aliviar síntomas leves. Entre ellos destacan los baños con agua tibia y bicarbonato, el uso de probióticos y mantener una buena higiene íntima. Evita duchas vaginales o productos con perfumes.
Lo mejor, la prevención
Para prevenir infecciones vaginales recurrentes, nuestros expertos en salud íntima femenina recomiendan:
- Usa ropa interior de algodón.
- Evita pantalones muy ajustados.
- Mantén una correcta higiene íntima (sin excesos).
- Utiliza preservativo en tus relaciones sexuales.
- Mantén una alimentación equilibrada.
- No uses jabones agresivos ni duchas vaginales.
- Acude a revisiones ginecológicas, como mínimo, una vez cada año.
Prevenir las infecciones vaginales está en gran parte en tus manos. Escuchar al cuerpo, identificar síntomas a tiempo y cuidar los hábitos diarios puede marcar la diferencia. Y ante cualquier duda o molestia, lo más importante es acudir al especialista para recibir un diagnóstico preciso y el mejor tratamiento.