Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) siguen siendo un tema tabú en muchas conversaciones. Pero conocerlas, detectarlas y, sobre todo, prevenirlas puede marcar una gran diferencia en tu salud y la de tus parejas sexuales.
Así pues, si quieres saber cuáles son las más habituales y a qué síntomas prestar atención, te invitamos a que sigas leyendo. Y como no, también te daremos consejos prácticos básicos para que te cuides y protejas a los demás.
Contenidos
¿Qué son las enfermedades de transmisión por sexualidad?
Las enfermedades de transmisión sexualidad, también conocidas como ETS o infecciones de transmisión sexual (ITS), son infecciones que se transmiten de una persona a otra principalmente a través del contacto sexual. Esto incluye relaciones vaginales, anales y orales sin protección.
Según datos de la OMS, cada día se registran más de 1 millón de nuevos casos de ETS curables como clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis a nivel mundial.
Estas enfermedades pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género u orientación sexual. Y lo más peligroso: muchas veces las ETS no presentan síntomas evidentes, lo que las convierte en un riesgo silencioso si no se detectan a tiempo.
Cuántas enfermedades de transmisión sexualidad existen
Aunque el número exacto puede variar según los criterios diagnósticos y la clasificación médica, se estima que hay más de 30 infecciones que pueden transmitirse por vía sexual. Estas infecciones pueden ser causadas por virus, bacterias o parásitos, y no todas se manifiestan de forma evidente desde el inicio.
Sin embargo, solo una parte de ellas son las responsables de la mayoría de los diagnósticos clínicos, como el virus del papiloma humano (VPH), la clamidia o el sida.
Síntomas de las enfermedades de transmisión sexualidad
Las enfermedades de transmisión sexual pueden ser asintomáticas, especialmente en sus primeras fases. Sin embargo, existen ciertos síntomas frecuentes que nos pueden indicar que estamos ante una posible ITS:
- Flujo vaginal o secreción uretral anormal.
- Llagas, verrugas o ampollas en los genitales, ano o boca.
- Picazón o ardor al orinar.
- Dolor en la parte baja del abdomen o durante las relaciones sexuales.
- Inflamación de ganglios linfáticos en la ingle.
Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar mucho entre hombres y mujeres, así como entre una ETS y otra.
Prueba de ETS: ¿cómo saber si tienes una?
Si has tenido relaciones sexuales sin protección o notas algún síntoma, lo más recomendable es acudir a un centro de salud. Allí seguramente te realizarán alguna de las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre (VIH, sífilis, hepatitis)
- Muestras de orina (clamidia, gonorrea)
- Cultivos o hisopados de lesiones
- Papanicolaou y prueba de VPH (en mujeres)
Sin duda, la detección temprana es clave para evitar complicaciones y cortar la cadena de transmisión.
¿Cuáles son las enfermedades de transmisión sexualidad más comunes?
Algunas infecciones de transmisión sexual se presentan con mucha mayor frecuencia que otras. De hecho, estas representan la mayoría de los diagnósticos en clínicas y centros de salud sexual:
- Virus del papiloma humano (VPH): Puede causar verrugas genitales o, en mujeres, cáncer de cuello uterino.
- Clamidia: Frecuentemente asintomática. Si no se trata, puede derivar en problemas de fertilidad.
- Gonorrea: Infección bacteriana que afecta genitales, recto y garganta.
- Sífilis: Provoca llagas en etapas tempranas y puede afectar órganos si progresa.
- Herpes genital: Se manifiesta en brotes de ampollas dolorosas. Es crónica, pero tratable.
- Tricomoniasis: Infección parasitaria, más común en mujeres.
- VIH o Sida: Ataca el sistema inmunológico. Se transmite por vía sexual o contacto con sangre.
- Hepatitis B y C: Infecciones virales que pueden transmitirse por relaciones sexuales sin protección.
Estas enfermedades pueden afectar a hombres y mujeres, con algunas diferencias en la forma en que se manifiestan. Esto puede generar confusión con las infecciones vaginales en mujeres, por ejemplo. Así que, para evitar tener dudas, te lo explicamos a continuación.
Cómo se ven las enfermedades de transmisión sexualidad en hombres
En hombres, las enfermedades de transmisión sexualidad pueden presentarse con los siguientes signos:
- Secreción anormal del pene
- Dolor o ardor al orinar
- Llagas, úlceras o verrugas en los genitales, ano o boca
- Dolor testicular o inflamación
- Picazón, irritación o enrojecimiento del glande
Es importante destacar que algunas ETS pueden no presentar síntomas en sus primeras fases.
Cómo se ven las enfermedades de transmisión sexualidad en la mujer
En mujeres, las ETS suelen tener síntomas más sutiles, pero pueden incluir:
- Flujo vaginal con olor fuerte, color inusual o abundante
- Dolor al orinar o durante las relaciones sexuales
- Sangrado fuera del periodo o después del sexo
- Llagas, verrugas o irritación en la zona genital
- Dolor pélvico o sensación de presión en la parte baja del abdomen
Detectarlas a tiempo es crucial, ya que pueden afectar la fertilidad, causar complicaciones en el embarazo y tener consecuencias duraderas si no se tratan adecuadamente.
Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual
Prevenir las enfermedades de transmisión sexualidad es posible con información y responsabilidad. Aquí van algunas medidas clave:
- Usar preservativo correctamente en todas las relaciones sexuales.
- Mantener hábitos para salud del pene y de higiene para cuidar de la salud vaginal.
- Hacerse pruebas periódicas si tienes una vida sexual activa con distintas parejas.
- Tener comunicación abierta con tus parejas sexuales sobre salud y antecedentes.
- Vacunarse contra infecciones como el VPH y la hepatitis B.
- Evitar el uso compartido de juguetes sexuales sin desinfección.
Recuerda: la prevención no solo protege tu salud física, sino también emocional y reproductiva tuya y de los demás.
Salud sexual informada, vida sexual segura
Las ETS pueden parecer un tema incómodo, pero hablar de ellas abiertamente es parte fundamental del autocuidado. Conocer sus síntomas, saber cómo prevenirlas y hacerse chequeos regulares es una muestra de responsabilidad contigo y con los demás.
Recuerda que una vida sexual sana empieza con información clara y decisiones conscientes. La salud sexual es un derecho, y cuidarla es también una forma de quererte mejor.